Ψ Psicóloga
     Lola Salinas

Salud Mental
Qué trato como psicóloga

Qué problemas trato como psicóloga General Sanitaria

 

En términos amplios, trato todo el malestar o sufrimiento psicológico provocado por procesos de adaptación a la vida cotidiana y a los cambios y ajustes que en ella se producen.

 

A la consulta vienen personas que necesitan estrategias funcionales de afrontamiento para aliviar su malestar, por ejemplo:

 

  • Preocupación y ansiedad ante ciertos escenarios (cotidianos, laborales, académicos, salud, sexuales...).
  • Sentimientos depresivos, pérdida de interés, desánimo, tristeza.
  • Cansancio físico, cambios en hábitos de dormir (exceso o carencia), cambios en hábitos alimenticios (exceso o déficit).
  • Estrés, tensión, rigidez, hipervigilancia...
  • Dolor (neuralgias, migrañas, tendinitis, otros dolores musculares)
  • Enfermedades crónicas con afectación psicológica.
  • Dificultades en los cambios y ajustes a nuevos entornos.  
  • Pérdida de un ser querido, ruptura de relaciones.
  • Problemas de autoimagen y/o autoestima.
  • Conflictos en las relaciones (pareja, trabajo, sociales).
  • Problemas de convivencia (hijos, pareja, padres...).
  • Etc.

 

Cuando estas situaciones generan infelicidad o insatisfacción personal,  requieren de ayuda, orientación, consejo y apoyo psicológico para superar el malestar. Este tipo de ayuda se conoce ampliamente con el término 'terapia'.

 

En este contexto podemos entender la terapia psicológica como el conjunto de estrategias eficaces, aplicadas con el objetivo resolver el malestar o sufrimiento que aqueja a la persona.

 

Estas estrategias terapéuticas van encaminadas fundamentalmente a:

  • Lograr un estilo de vida saludable, satisfactorio y sólido con carácter integral (trabajo, familia, pareja, salud, relaciones sociales, sexualidad...).
  • Desarrollar habilidades de afrontamiento (evaluación y solución de problemas; superar crisis personales o de pareja; afrontar pérdidas y dificultades, etc.)
  • Mejorar la autoestima; Conocerse mejor; Aceptarse y respetarse; Atender necesidades vs deseos;
  • Aumentar la resiliencia; Gestionar el malestar emocional (ansiedad, estrés, inhibición, contrariedad, enfado, ira, tristeza, decaimiento, preocupación, etc.)
  • Abordar las negaciones y resistencias (puntos ciegos; autoengaños; bloqueos...)
  • Revisar automatismos ineficaces (irracionalidad en los pensamientos, esquemas, creencias, conductas)
  • Afrontar enfermedades médicas con implicaciones de carácter psicológico (inflamatorias, alimentación, migrañas, reuma, cardio vasculares, cáncer, etc). Intervenir en el proceso de rehabilitación (accidentes cv, automóvil, etc)
  • Etc.

 

Cuanto antes se produzca la intervención de ayuda psicológica (preventiva), mejor protegemos la salud mental del futuro. Una intervención preventiva eficaz a tiempo puede reducir o eliminar intervenciones innecesarias.

 

Parte de mi labor también consiste en evitar el sobrediagnóstico y el exceso de tratamiento. La evaluación temprana y correcta de algunos síntomas que con demasiada frecuencia se etiquetan bajo un 'supuesto' trastorno (por ejemplo, TDAH, TOC, TAG, Depresión, etc.), puede generar otra valoración, más certera, que no implica un trastorno, pero sí un problema o malestar, con la consiguiente ventaja de que nos permite una estrategia de intervención más adecuada y más eficaz para la persona afectada.

 

Como vemos, tal y como está definida la salud mental por la OMS, no todo el malestar representa un trastorno. Si el malestar psicológico es atendido temprano y con la adecuada dimensión a su intensidad, frecuencia, severidad, etc., por un lado evitamos sobrediagnósticos y sobretratamientos, y por otro lado, evitamos que se transformen en trastornos y lleguen a cronificarse, lo que puede conducir al usuario a una dinámica de puerta giratoria (entradas y salidas constantes del sistema sanitario).