Artículos para reflexionar
La complejidad
La encrucijada y el laberinto, metáfora de la complejidad
Dos personas llegan a una encrucijada. Saben que uno de los dos caminos conduce a un laberinto que han de superar para llegar a su destino y el otro conduce directamente a su destino. Pero no saben cúal es cúal.
Ninguno dispone de más información.
Una de de las dos personas se para a pensar y después de unos minutos de dudas, reflexión, indecisión y temor a equivocarse, coge uno de los caminos, pensando que esa decisión debe ser mas correcta porque la ha meditado bien.
La otra persona, piensa un segundo, le pregunta a su compañero si dispone de algún dato que ella desconocia y, ante la negativa, emprende un camino sin dedicar más tiempo.
Al final, esta segunda persona llega antes. ¿Por qué?
Porque en ningún caso se decía que alguno de los dos caminos fuera a requerir más tiempo en ser transitado.
La primera persona gastó su tiempo en tratar de resolver algo para lo que no tenía datos suficientes, dando por hecho algo que solo intuía (que el del laberinto iba a ser más largo..)
La segunda persona empleó todo su tiempo en recorrer el camino, experimentando el riesgo inevitable en cualquiera de los dos casos.
La realidad en toda su complejidad, es inabarcable.
¿Qué preferirías, esperar a tener todos los datos y actuar entonces o tener los datos razonables y actuar? ¿Por qué?
¿Qué crees que te reportarían ambos modos de actúar?
¿Qué sistema utilizarías para recabar toda la información posible con la mayor eficacia posible?
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©Lola Salinas 2022