Ψ Psicóloga
     Lola Salinas

Equilibrio

Equilibrio, respeto y ecología


La intervención psicológica (acompañamiento, orientación, terapia, coaching) ha de ser 'ecológica',  ha de respetar el contexto cultural y social donde nuestro cliente quiere lograr  bienestar. Como terapeutas, hemos de salir de nosotros mismos y ayudar a otras personas a que se encuentren a sí mismas en su propio contexto. En definitiva, no estamos aquí para aleccionar, hacer proselitismo o convencer de cierta ideología.

Estas reflexiones surgen al hilo de un debate que suscitó una compañera en unas jornadas sobre la ética del terapeuta, ante la duda de en qué situaciones conviene hacer obvio nuestro criterio ecológico.

Considero que nuestro 'mapa' de lo qué es ecológico o es ético debe ser referente para nuestra propia vida pero no puede ni debe imponerse sobre el propio mapa del cliente, por lo tanto, deberíamos dejarlo en casa cuando vamos a trabajar con una persona.

Así mismo, nuestro mapa de lo que es acertado. Todo eso lo tiene que ir descubriendo él/ella mismo/a y nosotros también vamos ampliando, de paso, nuestro propio mapa... y comprendemos más cosas y de un modo más amplio.

Puede que nuestro/a cliente se equivoque, como señalaba mi compañera, pero quizás se equivoca ante nuestros ojos ¿quien decide que se ha equivocado y en base a qué criterios o qué mapa?

También puede ser que lo que para nosotros es una equivocación para él/ella es un acierto porque sus parámetros y su marco de referencia son distintos.

Creo que el arte de la intervención psicológica (acompañamiento, orientación, terapia, coaching) consiste, precisamente, en ser capaces de salir de nosotros mismos y ayudar a otras personas a que se encuentren a sí mismas y aprendan a actúar con responsabilidad, eficacia, bienestar, satisfacción.... dentro de sus propios parámetros y cultura. Imaginaros si no, el conflicto que se puede crear entre un cristiano y un musulmán...., por ejemplo.

Abordo directamente el ejemplo que puso mi compañera sobre los padres que hacen deportes de riesgo y su responsabilidad ante los hijos en caso de accidente.

Desde mi punto de vista, vivir ya es un riesgo y puede no ser muy ecológico dejar de vivir en pro de la ecología. Cómo vivir la vidas está lleno de alternativas no precisamente saludables: fumando, comiendo insano, no haciendo deporte, estresándose.... Cierto que hay formas de vida más arriesgadas y eso conlleva unas posibles consecuencias.

Tal y como yo lo veo: Este padre, si desea ser consecuente y responsable, conviene que asuma que su estilo deportivo genera unas actitudes y conductas en sus hijos (quizás,imaginemos, hastas posibe ansiedad). Si quiere evitar que sufran tendrá que ocuparse de atenderles al respecto. Además, será bueno que les explique las razones que le llevan a hacer ese deporte y todo lo que significa. Además, conviene que acepte que sus hijos también pueden ejercer esos mismos deportes, asumiendo él, el peligro y parte de la responsabilidad de la 'enseñanza'.

Hasta ahí, creo que podríamos acompañarle a reflexionar, en el caso de que él nos lo hubiera pedido. La decisión, ecológica o no, es suya.

Creo que como coachs no debemos intentar cambiar la vida de nuestros clientes. Son ellos los que deciden qué quieren cambiar y por qué. Desde mi punto de vista, nosotros no podemos asumir la responsabilidad de indicarle cual es la ética o un estilo concreto, por más que para nosotros tengamos la propia. Podemos hacer reflexiones con él hasta que él llegue a donde él quiera.

Creo que es conveniente que cada ser humano viva la vida de forma coherente consigo mismo y responsabe y solidaria con su entorno social.

Considero que es bueno que busquemos códigos de conducta (sistemas de creencias, filosofías, ideologías...) que manifiesten un equilibrio entre las necesidades del individuo y las de la sociedad en la que esta persona vive.

Teniendo en cuenta que la sociedad es plural, diversa y cambiante. Si vivo en sociedad, conviene que ceda ciertos privilegios de mi total libre albedrío en aras de obtener ciertas ventajas que me reporta la vida social. Nunca es necesario ceder todo ni tampoco no ceder nada, hay un juego de adaptación que se produce en la socialización.

Por eso, este sistema de creencas o filosofía conviene que lo viva de una forma consciente, responsable y congruente.

¿Cual ha de ser mi sistema? Eso lo tendré que decidir yo. Nadie puede decidirlo por mi.

¿Ha de ser un sistema cerrado, rígido e inamovible? Eso lo decidiré yo.

¿Ha de estar conforme a las creencias de la mayoría? Eso lo tendré que evaluar y decidir yo.

Como coachs, creo que ni podemos, ni debemos siquiera sugerir cómo deben vivir nuestros clientes ni las decisiones que deben adoptar ni las conductas que han de tomar.

Pongo como ejemplo alguien que me cuenta que se va a casar por el ritual de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Aunque yo sea atea, a mi me parece fenomenal que esa persona se case bajo el sistema de sus creencias y actúe en consecuencia, si considera que eso le va a producir bienestar. Si hubiera algún conflicto de algún tipo, trataría de que ella misma lo dilucidara pero nunca le diría lo que tiene que pensar o en qué tiene que creer.

Podemos, y creo que es nuestra labor, acompañarles a que aprendan a vivir con responsabilidad, coherencia, satisfacción, bienestar...

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©Lola Salinas 2022