Ψ Psicóloga
     Lola Salinas

Infidelidad

La mutua confianza



Las relaciones de pareja sólidas están basadas en la mutua confianza, el respeto, la honestidad, un proyecto común compartido y la lealtad.

Estos principios son generales para todas las parejas, además, cada pareja tiene sus propios principios, concretos y singulares, por los que puede lograr un acuerdo de relación.

Si esos principios, generales o concretos, no se respetan, la pareja puede estar en peligro, dependiendo de la gravedad del desacuerdo.

Uno de los acuerdos más generalizados es el de la exclusividad o fidelidad. Cada persona entiende ésta de un modo personal. Conviene que se definan bien los criterios que cada miembro de la pareja tiene al respecto (en éste u otro aspecto) de modo que cada uno sepa a qué atenerse y qué se espera de él/ella.

La infidelidad por definición se produce cuando un miembro o los dos tienen relaciones fuera de la pareja sin el consentimiento del otro. Hay parejas que aceptan relaciones por fuera de la relación (parejas abiertas). En este caso no existiría infidelidad.

La infidelidad se produce cuando existiendo acuerdo de exclusividad (pareja cerrada), uno o dos de los miembros lo incumple. Este tipo de comportamiento conlleva deslealtad, falta de compromiso, ruptura de la confianza...

Todas estas actitudes menoscaban la solidez de la relación y generan daños que pueden llegar a ser insuperables. Por esa razón, antes de llevar a cabo una conducta desleal, conviene valorar muy bien lo que estamos perdiendo.

La fidelidad no es una pérdida de libertad, es una libertad orientada hacia unos objetivos que hemos acordado. Cualquier compromiso que acordemos en otros ámbitos no significa falta de libertad, significa que utilizamos nuestra libertad en un sentido, con una meta y con unas condiciones.

Cuando realicemos un compromiso pensemos primero si estamos en condiciones de cumplirlo.

Conviene que reflexionemos cómo deseamos que sea el mundo en el que vivimos. Si deseamos que exista la fidelidad y apostamos por la exclusividad, será conveniente que actuemos en consecuencia. De otro modo, es probable que lo que nosotros incumplimos también lo puedan incumplir las personas con las que tenemos compromiso.

Por el contrario, si confiamos en que una relación abierta es la mejor opción para nosotros, entonces conviene que nuestro acuerdo de pareja así lo disponga de modo claro.

Cada pareja ha de elaborar sus códigos, sabieno cuáles son sus objetivos.