Ψ Psicóloga
     Lola Salinas

Dolor en las relaciones

En general, es significativamente mayor el número de mujeres que sienten dolor durante la penetración en las relaciones sexuales frente al número de hombres. Este dolor puede tener diversas causas y estar localizado en distintas zonas de los genitales femeninos. Con independencia del origen y la localización, suele provocar rechazo a las relaciones, dificultad para la penetración e incluso, si no es tratado adecuadamente, llegar a la aversión a las relaciones con penetración y/o a otro tipo de juegos en relaciones sexuales.

Vaginismo



Es la imposibilidad de que se produzca el coito vaginal debido a la contracción involuntaria de los músculos del tercio inferior de la vagina. Suele ser una respuesta adquirida tras varias experiencias de dolor (dispareunia) en coitos vaginales. También existen motivos de carácter psico-social como el temor a un embarazo no deseado; inhibición, pudores y vergüenzas, complejos, autoexigencias, referentes erróneos, etc.

Dispareunia



Es un conjunto de molestias que pueden aparecer durante el coito o después del mismo y que producen irritación de la vagina y la entrada a la misma y pueden llegar a un notable dolor, provocando ulceraciones y dificultades para la penetración. Puede ser debido a causas de origen psicológico, a prácticas sexuales inadecuadas o a una lesión local.

Puede aparecer desde el primer coito o bien producirse al cabo de los años. La menopausia y la sequedad y adelgazamiento de la mucosa vaginal, suelen ser causas habituales de dispareunia. Ciertas cirugías y tratamientos de radioterapia pueden provocar adelgazamiento de la mucosa vaginal, tanto como una reparación plástica de la vagina, una endometriosis o una vaginitis.

Las causas psicológicas son las mismas que en el vaginismo. Otras causas pueden ser una incorrecta lubricación, debida a una estimulación y penetración inadecuadas. También puede haber alguna úlcera, inflamación, irritación o infección  que dificulten el coito y provoquen laceraciones y lesiones mayores o dolor durante la relación. Puede existir reacción alérgica al uso de determinados geles, preservativos o ropa. Otros motivos de dispareunia pueden ser alguna afección dermatológica en los genitales o algún trastorno del tabique vaginal, etc.

El dolor puede producirse a distintos niveles de la vagina y para poder diagnosticar adecuadamente, es importante conocer el origen exacto que lo provoca. Puede estar localizado en el área de la entrada, en la zona de la uretra o en el acceso a la vagina, en el tercio anterior o en el fondo de la vagina en el cuello del útero.

Tratamiento



El tratamiento consiste en varias fases en las que la mujer con este problema aprende a relajar la musculatura y a controlarla, mediante la introducción de dilatadores progresivamente más grandes, hasta que se puede producir la penetración. Las técnicas incluyen trabajo cognitivo y racional-emotivo. Suelen acompañarse de trabajo en asertividad, autoestima, eliminación de temores, trabajo con ansiedad y anticipación del dolor, etc.

Por lo general, el tratamiento se realiza individualmente, sin necesidad de que asista la pareja. Las técnicas que empleamos y los ejercicios que se proponen son, inicialmente, para aplicarse en soledad. Más tarde, se llevan a cabo en pareja.

Dependiendo de la problemática asociada a este tipo de disfunciones, a veces puede ser conveniente que la pareja, acuda a terapia y si es posible colabore -en algunas fases- en la aplicación del tratamiento para generar un clima de confianza y facilitar la penetración en el futuro.

En algunos casos, hay relaciones que requieren de una terapia previa en habilidades sexuales para poder aplicar el tratamiento concreto al vaginismo.



©Lola Salinas.