Ψ Psicóloga
     Lola Salinas

Eyaculación precoz
(REI)


La 'REI'



"Eyaculación precoz" es como comúnmente se denomina la dificultad para controlar la eyaculación de forma voluntaria.

Nosotros la denominamos
REI: Respuesta Eyaculatoria Involuntaria.

La eyaculación se puede convertir en una acción voluntaria. La dificultad consiste, por lo tanto, en no estar en condiciones de ejercer esa voluntad, con independencia del tiempo de excitación (erotización), el grado de excitación (erotización), la(el) compañera(o) y otras circunstancias.

Causas



La eyaculación involuntaria, en la inmensa mayoría de los casos, no tiene un origen orgánico. En la dificultad de control voluntario pueden verse implicados factores de muy diversa índole: aprendizaje (información inadecuada o incompleta, educación errónea, sentimientos de culpabilidad), experiencias (relaciones sexuales con otras personas marcadas por el miedo o la ansiedad), situaciones personales (estrés, preocupaciones), causas psicológicas (baja autoestima, crisis de ansiedad), etc.

Hay diversos factores que influyen en esta disfunción. Hay que estudiar en cada caso cuales son las causas. Cuanto antes se trate esta disfunción, más fácil es identificar el tipo de circunstancias que la favorecen, y también impedimos que se cronifique, facilitando la recuperación del control. Como indicabamos, la inmensa mayoría son de carácter personal, cultural o relacional. En definitiva, se trata de un aprendizaje inadecuado que condiciona nuestra habilidad para percibir de un modo adecuado y eficaz las sensaciones placenteras en la respuesta sexual.

En la dificultad del control voluntario, hay ciertas creencias, sensaciones y sentimientos que viven casi todos los hombres con independencia de los orígenes de su dificultad. Son emociones, pensamientos y sentimientos asociados: suelen vivir las relaciones siempre con un alto grado de ansiedad, suelen pensar en una anticipación de un cierto fracaso, sienten un cierto miedo a hacerlo mal, una escasa confianza en la capacidad de hacer disfrutar a la compañera; creen en la necesidad de conseguir el orgasmo y eso les lleva a una cierta angustia si piensan que no lo van a conseguir.

Una vez que se produce el primer incidente de eyaculación precoz, la forma en que el hombre interpreta ese incidente y la repetición del mismo en dos o tres ocasiones, quizá también de los mismos factores que la determinaron, puede llevar a condicionar la respuesta prematura, llegando a cronificarse y generando frustración, dudas, temor y ansiedad. Posteriormente, es precisamente ese estado de ansiedad y angustia asociadas lo que imposibilita la vivencia relajada, consciente y plena de las sensaciones que acompañan al placer de las relaciones sexuales en la fase pre-eyaculatoria, lo que impide percibir correctamente el proceso en el que se inicia la eyaculación, sus sensaciones asociadas y, por lo tanto, su control.

NO es Hipersensibilidad



Contrariamente a lo que muchos hombres piensan, la eyaculación involuntaria no deriva de la hipersensibilidad, sino de la dificultad de percibir y regular las sensaciones de una forma adecuada. Es decir, no se eyacula involuntariamente porque "sintamos mucho", es porque no percibimos (ver apartado de Percepción) correctamente lo que sentimos. El estado de ansiedad que se nos genera en una situación de estrés o hiperestesia se puede confundir con un exceso de la percepción sensible, es decir, se confunde el "nerviosismo" con la sensibilidad,  cuando, en realidad, ésta última no se puede experimentar plenamente si no se da una cierta relajación física y una concentración en las sensaciones adecuadas. El estado de ansiedad hace que el sistema nervioso autónomo que es el encargado de controlar las reacciones orgasmicas y eyaculatorias, se hiperactive produciendo la eyaculación sin que seamos capaces de percibirlo y, por lo tanto, controlarlo.

Frecuencia



Esto sucede así, con independencia de que el hombre haya sufrido eyaculación involuntaria siempre, o ésta sea temporal o situacional. Puede darse con unas mujeres y no con otras, en unas posturas y no en otras, al inicio de una relación o después de un tiempo, etc. El hecho de que los factores determinantes sean de carácter emocional, de aprendizaje y cognitivo corrobora precisamente el que la casuística y variedad de situaciones en las que se produce eyaculación involuntaria sea tan variada, porque el factor común que la desencadena reside en nuestras habilidades emocionales y cognitivas.

La identificación de estos factores puede ayudar mucho a controlarlos y superar la "crisis" de ansiedad, angustia y temor que nos impide una vivencia relajada y consciente de nuestra sensibilidad y reacciones corporales. Respecto a la importancia de concienciar esas capacidades y las vivencias asociadas, nos remitimos a lo que ya venimos comentando a lo largo de otros apartados de la guía en los que hacemos referencia a los procesos de percepción de nuestras sensaciones y emociones e identificación de nuestras creencias actitudes o comportamientos.

Creencias erróneas



Hay una serie de creencias erróneas o ideas "irracionales" en torno a las posibles causas de la eyaculación involuntaria.

Entre las más comunes se hayan:

Causas de tipo fisiológico;
Fuerte impulso sexual;
Relaciones con mujeres que se excitan mucho;
Posturas que la provocan;
Sobreexcitación.

También hay creencias erróneas en los remedios:

El tiempo lo curará;
Habrá alguna medicación que la cure;
Es mejor distraerse pensando en otras cosas;
Tener relaciones sexuales frecuentes, etc.
Masturbarme antes me ayudará a controlar mejor

Las creencias irracionales  también contribuyen a prolongar la dificultad para controlar la eyaculación,  incidiendo de forma muy negativa en la actitud del hombre que la padece y en su estado de ánimo,  de modo que se llegará a adquirir un sentimiento de cierto abatimiento, desánimo y desesperanza, al pensar que quizá no tendrá remedio

Tratamiento



La EPC (Estimulación Progresiva Controlada) son técnicas de concentración,  relajación y percepción especialmente diseñadas para lograr controlar la eyaculación en unas 4-6 sesiones. Un mayor nivel de control o perfeccionamento, requiere un poco más de tiempo. Estás técnicas ahorraran un sufrimiento innecesario y paulatinamente reducirán los niveles de ansiedad producidos por el fracaso de otras terapias.

También se trabaja sobre las creencias irracionales, una correcta interpretación e identificación del problema, situándolo en el terreno de la habilidad y el entrenamiento bien orientado, son mucho más eficaces que recrearnos en ideas poco realistas.



©Lola Salinas